¿Debe eliminarse el frenillo bucal?

¿Debemos eliminar el frenillo bucal para evitar problemas?

Los frenilllos bucales preocupan a algunos padres, que se plantean si es necesario eliminarlo en sus pequeños. Se trata de bandas de tejido fibroso que conectan distintas partes de la boca: los labiales superior e inferior unen las encías con los labios y el lingual, la lengua con la base de la boca.

En el caso de que produzcan problemas, las intervenciones que se llevan a cabo son la frenectomía y la frenotomía.

La primera es una práctica quirúrgica que consiste en un sencillo corte del frenillo y que en buena parte de los casos no requiere siquiera puntos de sutura. Puede realizarse, incluso, con bisturí eléctrico. La segunda consiste en la reubicación del frenillo y puede completarse con tratamiento de ortodoncia.

El frenillo labial superior puede producir una separación de los dientes centrales mayor de lo habitual. Es lo que se conoce como diastema, fácilmente reconocible en personas que tienen los dos dientes centrales especialmente separados.

En realidad, no pasa de ser una cuestión estética que no plantea más problemas, a no ser que también suponga dificultad para mover el labio superior o alteraciones fonéticas a la hora de pronunciar algunos sonidos.

El frenillo labial inferior puede provocar una recesión gingival de los incisivos centrales inferiores.

El frenillo que más preocupa a los padres de bebés es, sin embargo, el lingual, cuando es más corto de lo normal. El porqué está en que puede afectar al movimiento de la lengua y lo detectan sobre todo las madres que optan por la lactancia cuando advierten que su pequeño ejerce una presión excesiva que les produce daño mientras maman.

Otra clave que les pone sobre la pista es que respiran continuamente por la boca o que presentan problemas de dicción cuando empiezan con sus primeras palabras.

Lo más recomendable ante cualquier duda es consultar a su dentista de confianza. Es el profesional que sabrá realizar un diagnóstico adecuado y recomendarle la conveniencia o no de practicar una intervención o llevar a cabo algún tratamiento.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *